LA GUERRA DE LA TILDE DIACRÍTICA

La guerra de la tilde diacrítica para el adverbio solo y los pronombres demostrativos


Cuando la RAE cambió la regla de la tilde diacrítica para el adverbio solo y los pronombres demostrativos me sentí traicionada (doña María, mi profesora de lengua de la EGB, nos grabó "a fuego" las reglas ortográficas para las tildes. ¡Si ella levantara la cabeza!). Pero después del pataleo, agaché la cabeza y, a regañadientes, decidí ser fiel a la RAE. Tengo que reconocer que más de una vez se me fue la mano sin darme cuenta. Pasado un tiempo, tuve la oportunidad de leer los escritos de algunos académicos famosos por sus exitosas novelas. ¡Vaya sorpresa la mía!: todos los solos adverbios y los pronombres demostrativos mantenían las tildes. "Lo habrán escrito antes de la nueva regla", me dije. ¡Qué va! Eran posteriores. También leí a otros autores muy conocidos y prescindían de la tilde. "Y ahora qué hago", me pregunté. "Si mando mis escritos a concursos o a una editorial y no pongo la tilde, ¿será una falta de ortografía? ¿Si la añado, considerarán el jurado o los editores que no estoy al día?" pensaba. Estaba claro que a esos populares escritores nadie les iba a toser, pero a mí... Decidí darme un garbeo por internet,¡cómo no!, para resolver mi dilema y ahí descubro que no estoy sola en estas cavilaciones: se estaba librando una auténtica "guerra" ortográfica. Cada bando esgrimía sus razones (excelentemente expuestas) para mantener su postura. Y yo... cada vez más confundida. Pero parece ser que la RAE fue perdiendo adeptos (artículo en ABC). Después de darle muchas vueltas, a aquéllos que habéis leído esta entrada sólo os pido un g+.
Gracias y hasta la próxima pesadilla.

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