“No sólo de ortografía vive el escritor”
(Permitidme compartir con vosotros, en varias entregas,
algunas de las pesadillas que me rondan cada vez que escribo. Hoy, la primera).
Después de subyugar a
la “v”, la “b” y otras letras rebeldes, dominar las tildes, y tomar la
decisión de acatar las nuevas normas de la RAE sobre la tilde diacrítica o por
el contrario, unirnos a los académicos sediciosos, pudiera ser que nos topemos
con enemigos difíciles de detectar.
Si escribimos o leemos “cita previa” y no saltan nuestras alarmas, habremos
caído en una trampa: la redundancia,
o sea, la repetición de la misma información en un texto. ¿Cuál es el
significado de la palabra “cita”? pues eso… sobra “previa” (por mucho que se
use en organismos públicos, el adjetivo es innecesario).
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