PESADILLAS DE UN ESCRITOR NOVEL

LOBOS CON PIEL DE CORDERO (también en gramática)




"DE QUE"

Así, tan solitarias, estas dos palabras parecen tan humildes, tan inofensivas... ¡Qué son al fin y al cabo! Una generosa preposición y una discreta conjunción… ¡Ay!... Pero son lobos con piel de cordero. Fieras que morderán con saña mis textos si prescindo de un “de” indispensable (queísmo definición RAE) , o si por el contrario,  lo añado innecesariamente (dequeísmo definición RAE), delante de un “que”. Algunos de los lobos de la manada del dequeísmo y del queísmo los tengo domesticados, otros, los desenmascaro con el truco de la pregunta. Enseguida me explico. Cuál de las dos frases siguientes es la correcta: “estoy convencida de que vendrás” o “estoy convencida que vendrás”.  Para averiguarlo transformo este enunciado en una interrogación: “¿De qué estoy convencida?”. Y, como en este supuesto he necesitado utilizar la preposición “de” para introducir la pregunta, entonces lo correcto es  “estoy convencida de que…”; sería inaceptable “estoy convencida que…”.  Aun así, tengo que recordar a menudo que hay verbos (dudar o dudar de, advertir o advertir de, avisar o avisar de, informar o informar de…) y locuciones conjuntivas (antes que o antes de que, después que o después de que, con tal que o con tal de que…) a los que les da igual ir acompañados o no de “de” (valga la redundancia); y aún hay más… de modo que mi arma para luchar contra el queísmo y el dequeísmo es… estudiar, estudiar, estudiar… y, por supuesto, consultar con frecuencia los consejos de los expertos.
¿Y tú, cómo los combates?

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